
Los resultados arrojados por la Encuesta Nacional de Salud 2010 ya comienzan a tener repercusiones. Y es que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, aseguró que uno de los dos proyectos que buscan endurecer la actual ley antitabaco, o bien la fusión de ambos, tendrá el carácter de suma urgencia. Es decir, parece inminente que en un corto plazo en Chile no se podrá fumar en ningún espacio cerrado de acceso público.
A pesar de las quejas que se han escuchado desde la Asociación Chilena de Gastronomía (ACHIGA) y de algunos dueños de locales nocturnos, las propuestas provenientes de la Comisión de Salud de ambas cámaras del Congreso parecen no perder fuerza. Y claro, cualquier persona en su sano juicio podría darse cuenta de que primero se debe privilegiar la salud de los chilenos.
Cuando entró en vigencia la actual normativa 15 mil negocios entre bares y restaurantes tuvieron que invertir en extractores de humo y separadores de ambientes, gastos que no se hicieron pensando en un corto periodo de 4 años y es entendible. Pero tomando en cuenta que el 40,6% de los chilenos mayores de 15 años fuma habitualmente y que el 10% de los no fumadores sufren el mismo daño por exposición al humo, parece que no queda otra alternativa que endurecer la norma.
Algunos fumadores se sienten pasados a llevar y piensan que la medida es discriminatoria. Pero en el fondo aquí lo único que se hará será corregir una situación absurda y perjudicial para todos aquellos que no somos amigos del tabaco, lo cual también va en directo beneficio de los miles de trabajadores que no pueden huir de ese aire contaminado en los lugares donde se desempeñan.
Afortunadamente las evidencias científicas y la evolución propia de nuestra sociedad nos indican que es momento de dar un vuelco a este asunto. Y por último, si los españoles pudieron ¿por qué nosotros no?
Fomentemos hábitos más saludables AHORA!